El sector ganadero puede y debe adaptar sus prácticas al cambio climático
Ciudad de México, 25 septiembre (IICA). Las actividades ganaderas tienen un fuerte impacto ambiental y sus efectos se ven agravados por el cambio climático, por ello, es necesario que se modifique el paradigma de la producción agroalimentaria, ordenando e impulsando el crecimiento económico del sector mediante prácticas sostenibles. Así lo consideró la Coordinadora de Proyectos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Leticia Deschamps, durante el V Congreso Internacional de Investigación Socioeconómica y Ambiental de la Producción Pecuaria.
En el evento, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Deschamps expuso la propuesta de política pública de la Agenda de Cambio Climático y Producción Agroalimentaria que busca fortalecer la base productiva del sector ganadero, mediante el manejo adecuado de ecosistemas, insumos e infraestructura; y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, la biodiversidad y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
“La implementación de la agenda es urgente para conciliar la dicotomía entre un sector amenazado y uno amenazante, y así convertirlo en un sector climáticamente responsable. El rápido crecimiento de la producción pecuaria de los últimos años ha liberado millones de toneladas de dióxido de carbono en la atmósfera y ocupa el tercer lugar en las emisiones nacionales”, dijo Deschamps.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), a nivel mundial 91 % de las zonas forestales eliminadas son utilizadas en actividades relacionadas a la ganadería, lo que ha ocasionado pérdida de la biodiversidad en el planeta.
El congreso reunió a especialistas, académicos e investigadores, quienes hablaron de la producción ganadera, el impacto de la crisis ambiental y la huella ecológica de esta actividad desde la perspectiva de las ciencias sociales.
Sobre la agenda climática
La Agenda de Cambio Climático y Producción Agroalimentaria, que incluye a la ganadería, es una propuesta de 38 actores estratégicos del sector y cuenta con diferentes ejes temáticos, líneas estratégicas y actividades para lograr que sea un sector climáticamente responsable, resiliente, productivo, competitivo, sostenible e incluyente, y que garantice el respeto a los derechos humanos. Además, pretende contribuir a mitigar las emisiones de GEI, a adaptarse y a aprovechar sosteniblemente los recursos naturales.
La especialista del IICA mencionó que las predicciones climáticas señalan que, a nivel de América Latina, México es el país más expuesto a fenómenos meteorológicos extremos. Entre el 50 y el 57 % del territorio mexicano cambiará sus condiciones de temperatura y precipitación.
Las emisiones de México a nivel global son del 1.33 %, sin embargo, ocupa el lugar número 13 en emisiones de GEI. En ganadería primaria ocupa el onceavo lugar a nivel mundial, pero emite 10.3 % de las emisiones nacionales de dióxido de carbono equivalente (CO2e), añadió Deschamps.
“El cambio climático en la ganadería afecta directa e indirectamente la concentración de CO2 en las variaciones en el régimen de lluvias y temperatura, lo que impacta en mayor medida la biodiversidad, la salud y productividad animal, y la disponibilidad y calidad de forrajes y cultivos para alimentación animal”, afirmó la experta.
Actualmente, el IICA impulsa una de las propuestas de la Agenda de Cambio Climático y Producción Agroalimentaria en el subsector ganadero: el proyecto NAMA (Acciones Nacionalmente Apropiadas de Mitigación) de Ganadería Sustentable y de Bajas Emisiones en Condiciones de Pastoreo en México.