Ir Arriba

160 mujeres beneficiadas por proyecto de desarrollo rural

País de publicação
El Salvador
Taiwán financió ayudó en el financiamiento 

Xiomara Hernández y otras mujeres en Usulután, oriente del país, contaron el dinero que les dejó la comercialización de frutas y hortalizas, cosechadas por ellas mismas, después de la venta organizada para el cierre de los proyectos: “Promoción de la autonomía económica de las mujeres de la cuenca bahía de Jiquilisco, mediante el fomento y fortalecimiento de iniciativas productivas”, impulsados como parte de la Estrategia Centroamericana de Desarrollo Rural Territorial (ECADERT).

Luego de un año de caminar en el proyecto, siete grupos de mujeres, seis de ellos favorecidos con casas malla e igual número de sistemas de riego y uno con un módulo de aves, entran en la vida productiva de los municipios: Jiquilisco, Concepción Batres, Jucuarán y San Dionisio.

Las beneficiarias, quienes suman más de 160 personas, ahora aportan a sus hogares en términos económicos y de seguridad alimentaria, mejorando el bienestar a sus familias; incluso en una coyuntura como la actual donde la lluvia, en pleno invierno, ha sido escaza y los granos básicos no han representado la opción de cultivo.

“Me llena de satisfacción ver a los grupos de mi municipio que –históricamente- se han dedicado a sembrar solamente maíz, frijol y maicillo, ahora están creyendo que pueden ir más allá de eso. Estos proyectos garantizan la seguridad alimentaria a pesar del clima, ya que en Jucuarán no ha llovido,  pero vemos producto cosechado allí con casas malla y riego. Por la sequía, no hay milpas; pero estamos produciendo chile dulce, tenemos que valorizar esto. Quizás son unas 50 familias intervenidas en mi localidad, pero si tenemos la capacidad de organizarnos se puede replicar en el departamento”, indicó  Jose Boanerge Carranza, Alcalde Municipal de Jucuarán, administrador de los proyectos y representante de Asibahía.

En su mensaje, Gabriel Rodríguez, Representante del IICA en El Salvador indicó que “más allá de la construcción de infraestructura, de la dotación de insumos agrícolas, y capacitación en la formulación de planes de seguridad alimentaria y de asistencia técnica para comercialización y mercadeo de productos; la asociatividad ha permitido elevar la calidad de la gestión empresarial”.

Fue clave el financiamiento de Taiwán; así como el papel de las municipales e instituciones públicas que trabajan en el territorio, la determinación de los protagonistas que integran el Grupo de Acción Territorial (GAT) y una serie de actores vinculados a la cooperación técnica, incluyendo a la Secretaría Ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (SECAC).

Más información:

gabriel.rodriguez@iica.int