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Proyecto de la UE y el IICA fortalecerá seguridad alimentaria y resiliencia de 3 000 productores en el Corredor Seco Centroamericano

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El Jefe de la Unidad Regional de Operaciones para América Latina y el Caribe de la UE, Felice Zaccheo, y el Director General del IICA, Manuel Otero, fueron quienes firmaron el proyecto.

San José, 11 de octubre, 2019 (IICA). El IICA y la Unión Europea (UE) firmaron el Proyecto Sistemas agroforestales multiestratos innovadores para el Corredor Seco Centroamericano (AGRO-INNOVA), una ambiciosa iniciativa que busca mejorar la resiliencia climática y la seguridad alimentaria de al menos 3 000 pequeños productores de granos básicos.

El proyecto se anunció en el marco de la PRECOP 25 en Costa Rica, con los ministros de agricultura y ambiente de Centroamérica y República Dominicana como testigos.

La iniciativa, de USD 6,5 millones, será financiada por la UE e iniciará acciones en campo a partir del primer trimestre del 2020, bajo ejecución del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Fue suscrita por el Jefe de la Unidad Regional de Operaciones para América Latina y el Caribe de la UE, Felice Zaccheo, y el Director General del IICA, Manuel Otero.

“La crisis climática es un reto que debemos enfrentar juntos. Por eso nosotros estamos aquí en una de las regiones más afectada por los efectos del cambio climático, para apoyarlos, pensando primero en el ser humano, en la persona que hay detrás de la producción”, comentó Zaccheo.

“Tenemos que impedir a toda costa que sea un tema crónico, avanzar con sinergias y esfuerzos de este tipo, porque si no se progresa, el Corredor Seco Centroamericano será una zona vacía, sin familias rurales y eso sería la peor situación de todas”, valoró Otero.

Mediante el proyecto AGRO-INNOVA, que durará cuatro años, se transferirá tecnología innovadora a través de sistemas agroforestales multiestratos, para fortalecer la resiliencia a la variabilidad climática y mejorar la seguridad alimentaria en dicha región.

La aplicación de estos sistemas combina la siembra de árboles o forrajes con la producción de alimentos. Así, se espera que pequeños productores de frijol y maíz tengan resultados positivos mediante innovaciones que garanticen el incremento de sus rendimientos, la protección de las fuentes de agua, el mejoramiento del suelo, el impulso de la biodiversidad y la generación de ingresos adicionales.

Una cruda realidad

El Corredor Seco Centroamericano es una zona de bosque tropical seco que se extiende desde la costa occidental de Chiapas (México) hasta el oeste de Panamá, donde conviven cerca de 30 millones de personas azotadas por problemas sociales intrínsecamente arraigados a fenómenos climatológicos extremos.

Tanto Zaccheo como Otero coincidieron ante los ministros de Agricultura y Ambiente de la región que el Corredor Seco Centroamericano requiere de una atención oportuna en pro de su población y antes de la que la crisis climática se agudice aún más en esta zona.

En este territorio, la agricultura juega un papel clave al emplear a un 42 % de la población en la cadena alimentaria. Incluso, más de un 40 % de los jóvenes se dedican a labores agrícolas.

Sin embargo, las condiciones climáticas, el mal manejo de los recursos naturales, el alto desempleo y la baja escolaridad son factores que inciden para que una de cada 3 personas acceda a solo una comida al día.

Además, el 50 % de los productores de granos básicos de la región están ubicados en esta zona, de ahí la importancia que tendrá la iniciativa que echarán a andar la UE y el IICA.

En la ejecución del proyecto el Instituto contará con el apoyo técnico del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE).

Más información:

Erick Quirós, Coordinador para Asuntos Especiales de la Región Central del IICA.

erick.quiros@iica.int