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Conoce a nuestros expertos...Kelly Witowski, Gerente del Programa de Cambio Climático, Recursos Naturales y Gestión de Riesgos Productivos

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Oficina Permanente para Europa
Kelly
        

 

"El sector agropecuario es vital para garantizar la disponibilidad de alimentos y la seguridad alimentaria de los países"

 

Kelly Witkowski tiene una doble maestría en Recursos Naturales y Asuntos Internacionales en la American University y la Universidad para la Paz de Costa Rica. Ha trabajado en cuatro continentes en más de 15 países con un trayectoria profesional que se ha centrado principalmente en apoyar el desarrollo sostenible y la integración del cambio climático en la planificación y accionar del desarrollo.

 

En 2013 se integra al IICA, pasando seis años en la oficina en Washington DC antes de pasar a la sede Central en Costa Rica en 2019.  Desde el inicio de 2020 es Gerente del Programa de Cambio Climático y Recursos Naturales, responsable para dirigir el trabajo del Instituto en el tema. Kelly lidera un equipo que centra sus esfuerzos en apoyar a los ministerios de Agricultura y otros actores de América Latina y el Caribe para integrar el cambio climático en su planificación y aumentar la resiliencia del sector a ese fenómeno, así como fortalecer sinergias entre los ministerios de Medio Ambiente y Agricultura, fomentando una participación más activa e informada del sector agrícola en procesos nacionales e internacionales sobre cambio climático.

 

En noviembre de este año se realizará la Conferencia de Cambio Climático de la ONU en Glasgow, ¿Cuál cree que será el diagnóstico sobre la situación en América Latina y el Caribe teniendo en cuenta el cambio (y retroceso) en el escenario que ha significado la crisis del coronavirus?

Antes de la pandemia, la región de América Latina y el Caribe ya enfrentaba grandes desafíos, como los elevados niveles de desigualdad, problemas de seguridad alimentaria, la brecha de género, la pérdida de la biodiversidad, la vulnerabilidad al cambio climático y los desastres causadas por amenazas naturales que son cada vez más graves y frecuentes. 

La crisis económica provocada como consecuencia del COVID-19, ha aumentado todavía más la vulnerabilidad de algunas poblaciones. Sin embargo, este escenario también nos ha permitido observar la importancia del sector agropecuario para garantizar la disponibilidad de alimentos y la seguridad alimentaria de los países. Esto ayudó a visibilizar la importancia del sector y el rol fundamental que tiene en la Región. La recuperación posterior a la pandemia es una oportunidad única para trasformar la agricultura de América Latina y el Caribe hacía una agricultura sostenible y resiliente al cambio climático.   

Soy bastante optimista, ya que diferentes países y actores están siendo muy proactivos para integrar estos temas en sus agendas y han tomado acciones fuertes en esa dirección, tanto a nivel político como de campo.

 

En un artículo de Manuel Otero (DG del IICA), publicado en El País con motivo de las celebraciones por el Día Mundial de los Suelos, éste mencionó: “es hora de articular esfuerzos y capacidades para ofrecer soluciones concretas y efectivas ante los desafíos del cambio climático”, en este sentido, ¿Cuáles son los principales retos que deberá enfrentar el programa que Ud. lidera durante 2021?

Retos siempre abundan! Este año en particular creo que tenemos que trabajar con los países miembros para mantener como prioridad en las agendas nacionales, el cambio climático y la mejor gestión de los recursos naturales. Aunque hay mayor conciencia, interés y voluntad de trabajar sobre el cambio climático, obviamente con los efectos de la pandemia muchas otras urgencias han surgido.  Sin embargo, responder al cambio climático implica preocuparse de muchos otros desafíos vinculados, como productividad, inclusión, equidad, sostenibilidad, y más.  Por eso, nosotros prestamos apoyo para fortalecer y visibilizar el rol del sector agropecuario y las NDC (Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional; los compromisos nacionales de cambio climático) de nuestros países miembros. 

Pero más allá de lo anterior, nuestras dos principales prioridades son; por un lado, continuar fortaleciendo la iniciativa “Living Soils in the Americas” (LiSAm), lanzada por el IICA junto con el Centro de Manejo y Secuestro de Carbono (C-MASC) de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU) y el profesor Dr. Rattan Lal – la principal autoridad mundial en ciencias de carbono del suelo, ganador del Premio Mundial de Alimentación 2020 y Embajador de Buena Voluntad del IICA –. Con esta iniciativa pretendemos ayudar a nuestros agricultores a recuperar la salud de los suelos degradados y favorecer el secuestro de carbono en los suelos agrícolas como una de las medidas clave para mitigar el cambio climático.

Por otro lado, que el IICA sea una entidad acreditada ante el Fondo Verde del Clima. En está dirección, en el Caribe, estamos arrancando un proyecto regional con el Fondo Verde del Clima para fortalecer una agricultura baja en carbono y resiliente al clima. Además, estamos implementado un proyecto apoyado por el Caribbean Biodversity Fun., que promueve la reducción de riesgos climáticos. Finalmente, también trabajamos con muchos países en el diseño de un proyecto para atender la seguridad hídrica en el sector.

 

En uno de sus últimos artículos para el Blog IICA, mencionó la importancia de coordinar y actuar colectivamente en la lucha contra el cambio climático; ¿Cuáles son las principales acciones y alianzas de cooperación internacional que está promoviendo el IICA en este tema?

De nuevo destacaría la alianza que firmamos recientemente con el Centro de Manejo y Secuestro de Carbono (C-MASC) de la Universidad Estatal de Ohio y el profesor Dr. Rattan Lal para lanzar la iniciativa “Suelos Vivos de las Américas”, a la cual también se han sumado actores del sector privado como asociaciones de productores. La única manera de avanzar al ritmo y a la escala necesaria es a través de alianzas.

Recientemente firmamos un acuerdo con WOCAT para abordar más efectivamente la degradación de la tierra en la región. Tenemos una alianza con AgMIP para fortalecer el uso del modelaje integrado en la región y así poder dirigir más efectivamente los limitados recursos existentes a acciones y políticas de alto impacto. Con la Universidad de Cornell avanzamos en la producción sostenible de arroz en la región.  Asimismo, en el Caribe, que es un fuerte enfoque de nuestro Programa, trabajamos con actores como UWI, IAMovement,la Universidad de Florida, y WhyFarm, entre muchos otros.

 

En su opinión, ¿cuáles son las principales estrategias que está llevando adelante la UE en materia de adaptación de la agricultura al cambio climático que podrían replicarse en ALC?

La Unión Europea es uno de los principales actores que lideran la lucha frente al cambio climático y la transición hacía un modelo económico sostenible y bajo en carbono, por lo que provee ideas, prácticas y tecnologías que también pueden informar o apoyar a los países de ALC en este sentido.

La UE es un líder en la economía circular, y creo que cooperar en los procesos estratégicos y de implementación de acciones en esa línea serviría mucho a los países de ALC. La nueva iniciativa para promover suelos saludables también es un ejemplo que seguir. 

La UE también provee bastante apoyo técnico y financiero a la región para enfrentar el cambio climático a través del Programa de Euroclima+. Actualmente estamos trabajando con la UE en varios proyectos que contribuyan a aumentar la resiliencia del sector al cambio climático. Por ejemplo, PROCAGICA, que está mejorando la gestión integral de la roya de café, y AgroInnova, que busca aumentar la resiliencia climática y la seguridad alimentaria en los hogares de pequeños productores, ambos en América Central. También la UE está apoyando el desarrollo de acciones nacionales de mitigación en los rubros de ganadería y arroz, y motivando la implementación de prácticas climáticamente inteligentes en la agricultura familiar, específicamente en los sistemas alimentarios andinos basados en la papa.

Nuestro Director General, Manuel Otero, se integró como uno de los Campeones de Apoyo a la Cumbre de Sistemas Alimentarios (Food Systems Summit) para este año 2021, donde elevará la voz por demostrar el rol que la agricultura tiene en la lucha contra el cambio climático.

 

Los EEUU están lanzando una nueva estrategia climática y al parecer invertirá grandes sumas en mitigar los efectos de las emisiones contaminantes, entre otras medidas. ¿Cuál cree es el impacto de estas acciones en la toma de decisiones del resto de los gobiernos de la región y cómo el IICA puede ayudar a seguir fortaleciendo los vínculos y sinergias entre los ministerios de agricultura y medio ambiente del hemisferio?

La acción para responder ante la crisis climática es urgente, así que cualquier nueva inversión o aumento en voluntad es bienvenida.  La nueva agenda climática que está planteada en EEUU para penetrar todos las departamentos y agencias nacionales abre la oportunidad para una mayor acción hacia la neutralidad de carbono a varios niveles.

Cuando un país aumenta su ambición, la noticia genera un impacto positivo en el mundo y la región, ya que las nuevas políticas mandarán una señal clara no solo a otros países, sino también al sector privado. Esto es fundamental porque la innovación impulsada por el sector privado, combinado con políticas públicas que incentivan practicas bajas en carbono y que aumentan la resiliencia a través de todo el sistema agroalimentario, fortalecerán la contribución de la agricultura a la solución.

Desde el IICA, tenemos varios proyectos para desarrollar capacidades de productores y técnicos, para cambiar malas prácticas, mejorar la salud de los suelos e incrementar la sustentabilidad de sus sistemas productivos, muchos capitalizan en soluciones basadas en la naturaleza. Además, el Instituto brinda espacios de colaboración y propicia diálogos entre los Ministerios de Agricultura y Medio Ambiente de la región, y también entre los países del hemisferio para promover el intercambio y lograr una participación fortalecida del sector agropecuario en los procesos climáticos.