La conservación y fomento del cultivo de los maíces nativos contribuye a la seguridad alimentaria y fomento de la agrobiodiversidad
Ciudad de México, 16 diciembre, 2022 (IICA).- Fomentar la preservación de los maíces nativos con políticas públicas adecuadas, con una producción sustentable y con la aplicación de la bioeconomía circular en todos los eslabones de la cadena, ayudará a revertir la pobreza alimentaria, a generar empleos, y a hacer más atractivo el trabajo en el campo, señalaron expertos.
Durante el webinar Hemisférico de Maíces Nativos, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), los especialistas de distintos eslabones de esta agrocadena, reconocieron que la versatilidad y las propiedades alimenticias del maíz, hacen que esta gramínea sea atractiva para la producción, por lo que se debe favorecer su preservación y aprovechamiento sustentable con agregación de valor en toda la cadena alimentaria.
“El maíz es uno de los tres cultivos más importantes del mundo y una de las mejores aportaciones de América pues se han identificado alrededor de 220 razas de maíces nativos, de las cuales México, centro de origen y diversidad, cuenta con 64 razas de estos maíces, mientras que Bolivia y Perú, cuentan con 77 y 55 razas respectivamente, por lo que impulsar buenas prácticas agronómicas, acciones para su revalorización y agregación de valor, apoyará al desarrollo rural”, dijo el Representante del IICA en México, Diego Montenegro.
“En el IICA impulsamos acciones para visibilizar el rol de los maíces nativos y su contribución a la seguridad alimentaria, la agrobiodiversidad y la resiliencia al cambio climático, al combate a la pobreza y al bienestar de los productores, con su preservación, buenas prácticas, armonización generacional, revalorización y agregación de valor, para detonar la competitividad en forma sostenible, preservando la diversidad cultural y saberes ancestrales, fortaleciendo la transformación positiva de este sistema agroalimentario”, señaló.
El webinar reunió a empresarios, productores, investigadores, e instituciones públicas y privadas de México, Bolivia y Perú, quienes expusieron sus experiencias en la producción de maíces nativos, presentaron las acciones de instituciones públicas, las experiencias de investigación y agregación de valor y abordaron enroques gastronómicos en el uso de maíces nativos
Productores participantes en el seminario destacaron que para preservar los maíces nativos actores clave, públicos y privados, deben sumarse al aprovechamiento sostenible, y a las estrategias para su fomento, en beneficio de pequeños productores y del sector.
Hoover Contreras, productor peruano, destacó que todos los componentes de la planta del maíz se aprovechan por lo que su producción es altamente rentable y de ahí la necesidad de hacer un manejo estratégico de este cultivo.
Cornelio Hernández, productor mexicano, destacó la importancia de generar programas y proyectos para dar oportunidad a los agricultores de contar con oportunidades similares a las que tiene una persona de ciudades.
“El campo debe ser parte de planes gubernamentales, pues hay que regresar a la gente al campo para que nuevas generaciones vean en el campo un plan de vida”, dijo.
Destacó la importancia de ligar el trabajo de la academia y los campesinos, armonizar conocimiento y experiencia.
En el panel de acciones de las instituciones públicas, Clotilde Quiste, directora general de desarrollo agrícola y agroecología del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego y Nancy Hernández, directora de Recursos Fitogenéticos, Servicio Nacional de Inspección y Certificación de semillas (SNICS), coincidieron en señalar que el cultivo de maíces nativos está vinculado al desarrollo cultural y social y que su uso sostenible y la generación de capacidades, son base fundamental de la generación de Políticas Públicas para asegurar su conservación y aprovechamiento.
Daniel Saldaño, del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) de Bolivia, destacó que la producción de maíces nativos se vuelve el eje de la vida pues está entre las cinco fuentes principales de alimentos e ingresos económicos nacionales.
Los empresarios José Represas, de México y Atanacio Chalco, de Bolivia, pidieron a las instituciones generar conocimiento y propiciar el vínculo con los productores para aprovechar el tesoro genético de los maíces nativos, y sus contribuciones a la seguridad alimentaria y la agrobiodiversidad, así como considerar el tema de los maíces nativos de seguridad nacional.
Paola Nogales, Investigadora de Bolivia, planteó la creación de microcentros de diversidad para preservar la riqueza genética de los maíces nativos, y el peruano Adolfo Centi Flores, destacó la versatilidad del maíz morado más allá de la gastronomía, el consumo de este maíz se fomenta por su alto contenido de antocianinas (pigmento que le da color) preventivo de cáncer de colon y flavonoides que capturan radicales libres previniendo el envejecimiento.
La chef y académica de la Universidad del Claustro de Sor Juana, Marcela Bolaños, destacó que existen diferentes tecnologías para el uso de maíz como la nixtamalización, la molienda o la conservación y que sus variados usos en bebidas, caldos, tortillas, tostadas, palomitas, obliga a impulsar políticas públicas para fomenter la producción de maices nativos y que estos lleguen y satisfagan la creciente demanda de nichos de mercados.
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