IICA promueve el financiamiento y la inclusión financiera de cadenas agrícolas en América Latina y el Caribe
San José, 13 de diciembre, 2016 (IICA). Los retos y oportunidades que enfrenta América Latina y el Caribe (ALC) para financiar las cadenas de valor agrícola reunieron a casi 30 expertos internacionales en Washington D.C., Estados Unidos. El diálogo fue propiciado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Durante el evento, se analizó el contexto macroeconómico para el financiamiento de las cadenas de valor agrícola en la región, las oportunidades y desafíos para obtener ese beneficio, las condiciones, determinantes, factores de éxito y perspectivas del sistema bancario, el financiamiento por parte de instituciones financieras no bancarias, el financiamiento entre actores de las cadenas, y las políticas públicas para mejorar su inclusión.
Joaquín Arias, especialista en políticas y análisis sectorial del IICA, explicó que con los aportes obtenidos, el Instituto preparará una propuesta sobre intervenciones público-privadas diseñadas para mejorar el financiamiento y la inclusión financiera en cadenas agrícolas en ALC. Una región caracterizada por la baja penetración del crédito en las economías e incluso con una menor penetración del crédito en el sector agrícola.
El análisis para el financiamiento de cadenas agrícolas incluyó siete países y seis cadenas seleccionadas: verduras en Argentina, flores en Paraguay, carne bovina en Uruguay, café en Perú, frutas en El Salvador y cacao en Colombia y Costa Rica.
Los analistas coincidieron en la necesidad de que las políticas públicas financieras sean complementadas con políticas de apoyo no financiero al sector. Destacaron como un desafío importante el diseño de políticas estatales que integren instrumentos de política financiera y no financiera, que no distorsionen las señales del mercado y que promuevan alianzas público-privadas.
También señalaron que se requiere desarrollar mejores condiciones de solvencia que promuevan el financiamiento dentro de la cadena de valor y el proveniente de fuentes externas (bancarias y no bancarias) que aumenten los ingresos y la productividad, y que reduzcan los riesgos.
“Una función clave del sector público es proporcionar información suficiente y de calidad para mejorar las decisiones basadas en la ciencia y evaluar y gestionar adecuadamente los riesgos, lo que a su vez reduce el costo del financiamiento”, indicó Miguel García, Representante del IICA en los Estados Unidos.
Dado que muchos Ministerios de Agricultura no tienen jurisdicción para trabajar más allá del sector primario de la agricultura, los analistas coincidieron en que se debe promover la coordinación interinstitucional para lograr avances que beneficien a todos los eslabones de la cadena de valor.
La vinculación de las organizaciones de agricultores con las empresas a lo largo de la cadena de valor se valora como una buena práctica. De acuerdo con las investigaciones presentadas en el encuentro, el financiamiento y los ingresos aumentan significativamente cuando los agricultores están vinculados a empresas de la cadena de valor, pero su impacto se duplica cuando el agricultor está conectado con empresas de insumos, procesamiento o comercialización, a través de una organización de productores.
Reto productivo
En materia de financiamiento agrícola, los productores disponen de poca información sobre los instrumentos financieros disponibles y las instituciones financieras tienen poco conocimiento sobre las particularidades de la producción agrícola y los agronegocios, por ejemplo, se ignoran las diferencias entre un sistema de productivo y otro, o el ciclo de vida de animales y plantas a la hora de diseñar productos financieros adaptados para el sector.
Los expertos señalan que en este campo la información es inexistente, difícil de obtener o de baja calidad, como para que permita realizar una buena evaluación de los riesgos involucrados en la agricultura y los agronegocios, como condición necesaria para reducir los costos de financiamiento agrícolas.
Casos de estudio
Entre los instrumentos identificados con posibilidades para ser adoptados en países y cadenas de la región figuran: los fondos de inversión en Uruguay y Colombia, los fideicomisos públicos en Argentina, los bancos alternativos, éticos o de orientación social que operan en Perú y en otros lugares como el Shared Interest Society, Oikocredit, Root Capital y Alterfin.
Como complemento importante destacan los fondos de garantía, en la que están conectadas las organizaciones de productores, el banco y el importador o comprador, como es el caso del Fondo de Garantía Latinoamericano (FOGAL) que opera en varios países de la región andina.
Los fondos de garantía se consideran atractivos porque disminuyen los tipos de interés, prolongan el plazo de los créditos, establecen la relación entre el productor y el banco, y reducen la percepción de riesgos. Adicionalmente se analizaron desarrollos institucionales como el Sistema de Banca de Desarrollo de Costa Rica y la adopción de productos financieros como los fondos rotatorios, que ofrecen mayor flexibilidad a los actores de la cadena.
Por su parte, el estudio del financiamiento a cargo de instituciones financieras no bancarias se centró en la adopción de productos y mecanismos como los microcréditos, las cooperativas agrícolas y los fondos de inversión.
Más información: joaquin.arias@iica.int o visite Taller Desafíos y oportunidades para el financiamiento de cadenas agrícolas en América Latina