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Líderes de la Ruralidad de las Américas contaron sueños y describieron su trabajo cotidiano por un futuro más inclusivo y sostenible para las comunidades

Lideres
Arriba: la Secretaria de Educación del Ministerio de Educación de Argentina, Silvina Gvirtz; el Viceministro de Asuntos Agropecuarios de Colombia, Juan Botero; y Gabriela Lucas Deckee, agrónoma mexicana. Abajo: Daniel Bruno, maestro rural argentino junto a Griselda Romero, rectora del colegio Madre Teresa de Calcuta; Liliana Jiménez Molina, productora de cacao y defensora de los derechos de las mujeres del campo en Colombia y Manuel Otero, Director General del IICA.

San José, 9 de noviembre de 2021 (IICA) - Mujeres y hombres que hacen la diferencia en el campo con su tarea a favor del bienestar de comunidades rurales en distintos países de las Américas contaron sus experiencias e intercambiaron puntos de vista en un encuentro virtual organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

Los participantes fueron reconocidos por el IICA durante 2021 como Líderes de la Ruralidad debido a su capacidad de impulsar ejemplos positivos para las zonas rurales de la región en las que viven: Liliana Jiménez Molina, productora de cacao y defensora de los derechos de las mujeres del campo en Colombia; Gabriela Lucas Deckee, agrónoma mexicana enfocada en la mejora de la calidad de vida de la población rural vulnerable; y Daniel Bruno, maestro rural argentino que en la pandemia mantuvo las clases para sus alumnos a través de una radio, quien participó del encuentro junto a Griselda Romero, rectora del colegio en el que ejerce como profesor.

En el Diálogo con Líderes de la Ruralidad de las Américas también aportaron sus miradas la Secretaria de Educación del Ministerio de Educación de Argentina, Silvina Gvirtz; el Viceministro de Asuntos Agropecuarios de Colombia, Juan Botero, y el Director General del IICA, Manuel Otero.

Participaron, además, los Representantes del IICA en Argentina, Caio Rocha; en México, Diego Montenegro; y en Colombia, Humberto Oliveira, y el Asesor Especial de la Dirección General, Jorge Werthein.

“Hace 10 años, con nuestra familia decidimos dejar la ciudad e irnos a vivir al campo para cultivar cacao en el municipio colombiano de Nilo, donde están los sueños de muchas personas que desarrollamos distintos cultivos. Así conocí la asociatividad y la economía social y solidaria”, contó Liliana Jiménez.

Liliana preside la Junta Directiva de una asociación de pequeños productores, PROSOAGRO, y tiene desde 2016 el título de María del Campo, que identifica a la cacaocultura colombiana en el mundo y reconoce el papel de las mujeres. “Trabajo –explicó- para incentivar la tarea rural. Nuestros jóvenes ven siempre la oportunidad afuera; queremos que la vean en el campo y aquí puedan desarrollar sus proyectos de vida”.

Por su lado, el viceministro Botero reveló que el cacao ha sido una de las grandes apuestas de Colombia en el sector agropecuario recientemente y que la producción del último año ha sido la mayor en la historia del país, con cerca de 70.000 toneladas.

“El cacao colombiano es reconocido a nivel internacional gracias a la tarea de nuestros agricultores y eso nos da un orgullo muy grande”, subrayó.

Botero, tras describir las políticas de Colombia para el agro, destacó la creciente importancia de la cacaocultura. "Tenemos distintas variedades productivas de cacao, que es nuestro producto estrella y está en crecimiento. La producción de 2020 fue en un 9% superior a la del año anterior. Hemos emprendido un programa de inversión y renovamos 14.000 hectáreas de cacao a nivel nacional. Esto lo vamos a mostrar en estos días en el ChocoShow, que es la fiesta donde el sector cacaotero muestra a los colombianos las maravillas del chocolate, en la que Liliana tendrá un lugar muy destacado", dijo.

Gabriela Lucas Deckee, quien trabaja con comunidades rurales vulnerables con el objetivo de lograr una alimentación más saludable y accesible para todos, afirmó que es necesario que la cuestión del hambre ocupe un lugar prioritario en la agenda pública.

“La pandemia de Covid-19 ha agudizado el hambre que sufren nuestros pueblos. Estamos enfrentando escenarios cada vez más complicados en la producción de alimentos, en parte por el cambio climático, y es necesario que veamos lo que muchas personas están sufriendo y hagamos un frente común”, afirmó.

Lucas Deecke es fundadora y directora general del Centro de Innovación de Agricultura Sostenible en Pequeña Escala (CIASPE), una organización mexicana diseñada para fortalecer capacidades de autogestión y resiliencia de los pequeños productores con foco en las mujeres.

Daniel Bruno contó que la distinción que recibió por parte del IICA la considera un reconocimiento a todos los docentes de la Argentina que realizaron un esfuerzo enorme para seguir dando clases a distancia durante las restricciones de circulación impuestas al comienzo de la pandemia.

“Cuando me llamaron –recordó- para comunicarme que recibiría esta distinción, pensé que era un error. Pero luego me hicieron ver que quienes somos docentes en áreas rurales contribuimos a mejorar la situación de nuestros productores de alimentos”.

Bruno es profesor en la escuela Madre Teresa de Calcuta, un establecimiento educativo de la localidad de Colonia Pando, en la provincia de Corrientes, en el noreste argentino, a la que asisten los hijos de los agricultores familiares de la zona.

“En nuestra comunidad, muchos alumnos son de bajos recursos y no tienen conexión a internet o no tienen ningún teléfono en la familia. Por eso Daniel tuvo la idea genial de continuar las clases con la radio. Él pensó en el otro y demostró que, cuando se quiere, se puede”, sostuvo la rectora Romero.

La comunidad educativa de la escuela ha solicitado que el establecimiento escolar se convierta en agrotécnico, de manera de favorecer la formación de los jóvenes en producción agrícola, y aguarda respuesta de las autoridades. “Estamos a un paso de que se cumpla ese sueño”, dijo Romero.

“Daniel Bruno hizo milagros, como tantos otros profesores que, en tiempos de pandemia, consiguieron mantener la escolaridad con herramientas que tuvieron que ir descubriendo o inventando. Sabemos que, como él mismo dijo alguna vez, donde hay un maestro hay esperanza”, afirmó a su turno la secretaria de Educación Silvina Gvirtz, quien reveló que en la Argentina hay 855.000 estudiantes que asisten a escuelas rurales.

"El logro de Daniel es un logro de toda la escuela, ya que no hubiera podido hacer lo que hizo sin el apoyo de su rectora, sus compañeros, sus colegas y los estudiantes. Estamos orgullosos de que se reconozca la labor de este docente argentino. Los maestros son nuestros héroes anónimos que hacen su trabajo de manera silenciosa, por lo que poner en valor estas experiencias es imprescindible e inspirador para los jóvenes. En toda América Latina sabemos que sólo con educación vamos a progresar", agregó la viceministra argentina.

Manuel Otero, finalmente, destacó a los Líderes de la Ruralidad distinguidos por el IICA como personas con tenacidad y coraje que encuentran el sentido de sus vidas en la superación constante de adversidades y la contribución al bienestar de sus comunidades.

“Muchas veces escuchamos historias negativas de la ruralidad que hablan de la constante migración de su gente a las ciudades, pero nadie nos puede quitar el sueño de crear un nuevo tejido social en el campo, con más vida, posibilidades de progreso y puentes de conexión con los centros urbanos”, dijo Otero.

El Director General del Instituto definió a Liliana Jiménez, Daniel Bruno y Gabriela Lucas Deckee como “cultivadores de esperanza” y les pidió que no bajen los brazos en su trabajo cotidiano a favor de una ruralidad más inclusiva y más sostenible, donde haya espacio para el crecimiento individual y colectivo.

“Necesitamos que esta red de Líderes de la Ruralidad se multiplique –cerró Otero- para construir juntos un futuro de esperanza”.

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