Red científica y técnica trabajará en adaptación de la agricultura al cambio climático
San José, Costa Rica, 21 de junio, 2011 (IICA). Conformar y poner en funcionamiento una red científica y técnica que investigue y comparta información regional sobre el cambio climático, que además permita aumentar la capacidad institucional del sector agrícola de México, Centroamérica y Colombia ante este fenómeno, son los objetivos principales de un programa intergubernamental de cooperación elaborado por el IICA.
La adaptación de la agricultura al cambio climático, entendida como un ajuste para minimizar los daños o aprovechar las oportunidades que se generan, depende de que adopten medidas que contemplen esta actividad como un proceso integral, no de cultivos específicos, y como una situación que impacta a la población mundial, no solo a los habitantes de un territorio particular.
Se facilitaría así la generación de estrategias de adaptación acordes con una cultura regional, según la Oficina del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en México, que coordina la iniciativa dirigida a ese país, Centroamérica y Colombia.
Durante un foro técnico organizado en la sede central del Instituto en Costa Rica, en junio, la catedrática e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y consultora del IICA en ese país, Cecilia Conde, presentó los objetivos del denominado Programa Intergubernamental de Cooperación “Cambio Climático, oportunidades y desafíos para la Agricultura” (PRICA).
Las emisiones de gases de actividades humanas como el transporte, la industria y la ganadería, entre otras, se aúnan a otros fenómenos para provocar el cambio climático, que generará antes del 2100 un aumento en la temperatura promedio global de 2° C, según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).
Esto plantea un desafío que requiere soluciones estratégicas para los países beneficiarias del PRICA, de acuerdo con el Director General del IICA, Víctor M. Villalobos, pues sus emisiones están vinculadas a su desarrollo industrial y económico, al tiempo que la agricultura debe ser más eficiente.
“Tenemos el reto de aumentar la productividad agrícola para cubrir la demanda del crecimiento de la población al 2050, cuando el planeta tendría 9.150 millones de habitantes. La ciencia y la tecnología tienen un cajón de herramientas para facilitar esa adaptación”, añadió Villalobos.
Ruta a COP17
El foro técnico trató sobre los avances en los acuerdos de la Conferencia de la Partes de la Convención Marco sobre el Cambio Climático (conocida como COP16, efectuada en el 2010 en Cancún, México) e implicaciones para la agricultura de los Estados Miembros del IICA.
La siguiente conferencia, o COP17, será del 28 de noviembre al 9 de diciembre del 2011 en Durban, Sudáfrica.
Dos meses antes, la Oficina del IICA en México procura tener estructurada la red científica y técnica. “Si se logra armar, estaremos en camino de la adaptación al cambio climático, es el camino correcto, pues hay preguntas en común y soluciones en común”, indicó Conde.
Para la especialista, en México, Centroamérica y Colombia hay estudios focalizados de adaptación de la agricultura, pero faltan investigaciones regionales. “Hay que discutir hacia dónde queremos que vayan las adaptaciones planificadas. A nosotros nos va mal si la temperatura global sube 2° C grados, no estamos preparados para enfrentar un cambio climático abrupto. Debemos proponer políticas agroambientales”, dijo la catedrática de la UNAM.
Los investigadores que se integren a la red propuesta por el PRICA aportarían información sobre el impacto del cambio climático en sus países, lo que permitiría construir escenarios geoprospectivos, es decir, que trasciendan zonas específicas o fronteras nacionales, para tener visión regional a la hora de trazar políticas estratégicas para el agro mesoamericano.
“Este enfoque permite articular y desarrollar programas a la medida para territorios, corredores biológicos, bosques modelos y cuencas hidrográficas. Coloca el énfasis en las interrelaciones”, consideró Galileo Rivas, Líder del Programa de Producción de Cultivos Alimenticios del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE).
Reducción de emisiones
Gustavo Cárdenas, Gerente del Programa de Coordinación Transversal de Agricultura, Manejo de Recursos Naturales y Cambio Climático del IICA, recordó que las actividades agrícolas son afectadas por la variación del clima, por ejemplo por sequías, inundaciones o aumento de la temperatura promedio, pero también generan esa inestabilidad climatológica, sobre todo por el uso de combustibles fósiles y el cambio en el uso del suelo.
“Algunas oportunidades y retos deben aprovecharse a través de la innovación tecnológica, la investigación y la transferencia de propuestas de adaptación y de mitigación ante el cambio climático, por ejemplo sobre biodiversidad, gestión eficiente del agua, erosión genética, variabilidad de especies, bioseguridad, entre otros temas”, expuso Cárdenas.
Andrei Bourrouet, Viceministro de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones de Costa Rica, manifestó en el foro técnico que en la COP16 los países en desarrollo, entre ellos India y China, abogaron por el lanzamiento de un nuevo acuerdo mundial de adaptación al cambio climático, en vista de que el Protocolo de Kioto vence en el 2012, siete años después de que estableció medidas de reducción de gases y compensación económica a las naciones menos contaminantes, con fondos de los estados con mayores emisiones.
Bourrouet expresó: “Será un acuerdo por consenso que implica obligaciones y responsabilidades para todos. Probablemente el nuevo protocolo o la continuidad de Kioto no se resuelva en la COP17, aunque tal vez sí en la COP18 (al año siguiente)”.
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