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Bienestar de zonas rurales depende de modernización y funcionamiento institucional, advierten expertos en Cumbre África-Américas

Cumbre Africa Americas INDAR
Jeanine Milly Cooper, Ministra de Agricultura de Liberia; Ousmane Badiane, Presidente Ejecutivo de Akademiya 2063 y Director para África del Instituto de Investigación de Políticas Alimentarias (IFPRI); Indar A. Weir, Ministro de Agricultura y de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Barbados; Lloyd Day, Sub Director General del IICA; y Keithlin Caroo, Embajadora Especial del IICA para la Cumbre África - Américas.

San José, 28 de julio de 2022 (IICA) - Las innovaciones de carácter institucional y la réplica de modelos exitosos que se han dado en otras regiones son herramientas decisivas para que los países modernicen su producción de alimentos y mejoren la calidad de vida de sus poblaciones vulnerables.

Esa fue una de las conclusiones del debate sobre aspectos institucionales e innovaciones de políticas que tuvo lugar en la “Cumbre África-Américas sobre Sistemas Agroalimentarios”, encuentro que reúne en Costa Rica a ministros, viceministros y altos funcionarios de Agricultura, Medio Ambiente, y Ciencia y Tecnología de 40 países, con el objetivo de estrechar lazos de cooperación entre los dos continentes.

La discusión tuvo la exposición de Ousmane Badiane, Presidente Ejecutivo de Akademiya 2063 y Director para África del Instituto de Investigación de Políticas Alimentarias (IFPRI). Los oradores ministeriales fueron Indar A. Weir, Ministro de Agricultura y de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Barbados; Jeanine Milly Cooper, Ministra de Agricultura de Liberia; y Charlot Bredy, Ministro de Agricultura, Recursos Naturales y Desarrollo Rural de Haití.

Ousmane Badiane presentó el trabajo del Panel Malabo Montpellier. Se trata de un grupo internacional de expertos en agricultura que colabora en la elección de políticas con el objetivo de acelerar el progreso hacia la seguridad alimentaria y nutricional en África.

“Los cambios de política pueden ser graduales y al mismo tiempo transformadores si realmente promueven innovaciones. Creemos que los cambios positivos llegan si se dan incentivos, se crean espacios para innovar, se abren espacios para el diálogo y se intercambian ejemplos y buenas prácticas”, señaló Badiane.

Agregó que en los últimos 20 años África ha experimentado un rápido crecimiento del sector agrícola, lo que marca una gran diferencia con épocas anteriores. Los países invirtieron en los últimos 20 años un 90% más en agricultura que en la década de 1990 y el PIB aumentó en un 63%. La pobreza ha disminuido en un 40% y también la desnutrición se ha achicado.

“Hay cosas positivas -añadió- que se están dando en todo el continente y estos cambios nos muestran que podemos tener éxito. Los ejemplos se pueden replicar en otros lugares y escalar. Queremos recuperar lo perdido. Y también sabemos que el avance no es parejo. Algunos países hacen las cosas mejor que otros. La idea es replicar lo que se ha hecho bien e intercambiar experiencias para estar listos para innovar”.

Generar empleos y proteger los recursos naturales

“El Banco Mundial está comprometido con la Cooperación Sur-Sur para construir una agricultura resiliente en África y América Latina y el Caribe”, señaló Anna Wallenstein, Directora de Desarrollo Sostenible para América Latina del Grupo Banco Mundial. “Buscamos contribuir a una economía que genere empleos al tiempo que proteja los recursos naturales. Para ellos es fundamental que las innovaciones más recientes lleguen a agricultores familiares, que deben aprender unos de otros”, añadió.


“Se debe reconocer la importancia de los seguros agrícolas para proteger el trabajo de los productores”, dijo el ministro Weir, que hizo hincapié en la necesidad de fortalecer la adaptación al cambio climático de los países para generar confianza en los inversionistas.  

El ministro haitiano Charlot Bredy dijo que en ese país caribeño el uso de la tecnología sigue siendo muy bajo en la agricultura. “Hemos hecho avances gracias al IICA, sin embargo, y desde hace cinco años hemos tenido la experiencia de incorporar la trazabilidad, en particular en el cultivo de mango para luchar contra la mosca de las frutas, aún con experiencias a pequeña escala”.

“La agricultura haitiana es básicamente familiar, con explotaciones de menos de una hectárea de superficie. La agricultura familiar, a pesar de su vulnerabilidad, es muy resiliente”, dijo Bredy, quien reconoció que desde hace cinco años Haití está bajo la amenaza constante de inseguridad alimentaria.

Jeanine Milly Cooper, ministra de Liberia, hizo un detalle de las inversiones que se han realizado en la agricultura de ese país africano, enfocadas en resiliencia y producción climáticamente inteligente.

“Liberia -señaló- es un país con alta cobertura boscosa, que alcanza casi el 50% del territorio. Hemos usado esto para desarrollar soluciones relacionadas con el cambio climático en conjunto con el sector agrícola”. 

 

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