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Biofertilizantes Quelatados: una innovación tecnológica de bajo costo para la nutrición de los cafetales

Quelatados
Sulfato de cobre, sulfato de potasio, sulfato de magnesio, fosfato manoamónico y otros cinco minerales se usan en el proceso de biofermentación, por separado y en diferentes barriles, para luego preparar lo que se conoce como Fertilizantes Foliares Quelatados (FFQ).

El Cuá, Nicaragua, 14 de diciembre de 2020 (IICA) – Como si fuera una poción mágica, una mezcla de minerales se transforma en biofertilizantes que mejoran la nutrición de las plantas de café con un producto inocuo, de bajo costo, producido por cooperativas en Nicaragua y utilizado por sus socios.

Sulfato de cobre, sulfato de potasio, sulfato de magnesio, fosfato manoamónico y otros cinco minerales se usan en el proceso de biofermentación, por separado y en diferentes barriles, para luego preparar lo que se conoce como Fertilizantes Foliares Quelatados (FFQ).

Su proceso de preparación es novedoso en Nicaragua y tiene excelentes resultados. Ha sido promovido con caficultores del norte del país a través del Programa Centroamericano de Gestión Integral de la Roya del Café (PROCAGICA), como parte del esfuerzo en conjunto de la Unión Europea y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), impulsores de la iniciativa.

“Las cooperativas tienen la necesidad constante de fertilizar mejor los cafetales. Anteriormente se elaboraban biofertilizantes con otro método, siempre de manera artesanal. Pero cuando se comenzó a trabajar con el PROCAGICA, ellos trajeron como propuesta establecer la fábrica de quelatos o minerales”, comentó Juan Heradio Torres Pérez, tesorero del consejo de administración de la cooperativa San Isidro, en El Cuá, Jinotega, y uno de los productores capacitados por el programa para la elaboración de Quelatados.

Rafaela del Carmen González Ferrer, secretaria del comité de educación de la cooperativa, recordó cuánto le sorprendió el proceso: “Yo estuve desde la capacitación y al ver y escuchar que vas a hacer todo por separado, cuando estás acostumbrado a juntarlo en un solo recipiente, a una le da la idea que es difícil. Pero es más difícil acostumbrarse a hacerlo diferente, que aprender a hacerlo.”

La creación y fortalecimiento de estas capacidades a cooperativas y productores fue parte de un proceso de formación e intercambio de experiencias desarrollado con especialistas del programa PROCAGICA en El Salvador, quienes brindaron la capacitación inicial para la instalación de Unidades Locales de Producción de Biofertilizantes en dos cooperativas de caficultores de Nicaragua, en las ciudades de Jinotega y Jalapa.

A través de la instalación de estas unidades, los caficultores acceden al biofertilizante de bajo costo mediante un financiamiento, como parte del fondo revolvente administrado por cada asociación.

En 2020, diez cooperativas ya cuentan con su Unidad Local de Producción de Biofertilizantes. Para el próximo año se prevé la instalación de dos más. “A raíz de la primera elaboración, que fue en julio de 2019, la cooperativa ha elaborado fertilizantes cinco veces más. Cuatro de las elaboraciones han sido de 10 barriles y la última, que fue hecha el 28 de julio de este año, fue de 20 barriles. Es decir, dos barriles por cada elemento. Hemos ido creciendo”, contó Rafaela.

Para Juan Heradio los resultados con los fertilizantes Quelatados son notables. “En cuanto a la aplicación al inicio teníamos cierta duda, cierto desconocimiento porque no sabíamos cómo iba a funcionar, pero la realidad es que funciona muy bien. Ha dado buenos resultados en los cafetales que han venido aplicando continuamente el mineral o el biofertilizante.”

A través del programa se facilitó el acceso de 20 litros de la solución elaborada durante el taller de formación a cada socio de las cooperativas participantes. Así, cada productor tendría acceso a este recurso, validarían los resultados del bioinsumo y podrían tomar la decisión de usarlo en su parcela según su experiencia.

“El productor dice que debe hacer una aplicación ahorita porque tiene una manzana de café. Le dice a la cooperativa si puede financiar 20 litros y se le da. Esto es parte de un fondo revolvente y se maneja en una cuenta aparte, para administrar aparte todo lo que es bioinsumos”, explicó Juan Heradio sobre el funcionamiento de la cooperativa para la ejecución del fondo, que concluye cuando el productor paga después de la cosecha.

“La mayoría de productores se basan para aplicar foliares, en lo que escuchan en la radio, que normalmente son productos pobres en elementos y totalmente sintéticos, pueden tener altas cantidades, pero de determinado elemento dos o tres. En cambio, este es más equilibrado porque tiene más de 10 concentrados. Mi perspectiva es que todos los asociados utilicen este concentrado en todas las aplicaciones del año”, concluyen casi en unísono doña Rafaela y don Juan Heradio con el entusiasmo de un proyecto que vieron nacer y está creciendo de manera positiva.

 

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