El IICA enfatiza la importancia de reposicionar los temas de ciencia, tecnología y desarrollo para la transformación de la agricultura en las Américas
San José, 2 de noviembre de 2020 (IICA). Trabajar junto a los países para reposicionar los temas de ciencia y tecnología, facilitando el acceso a la nueva frontera del conocimiento que permita el recorrido de un camino hacia al pleno desarrollo agropecuario y rural con la internalización de las dimensiones de sostenibilidad ambiental e inclusión social.
Esa es la determinación del IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura) para su acción institucional, a las que suma la intercooperación y el foco en la innovación, la ciencia y la tecnología con los países como protagonistas.
Ese fue el principal mensaje llevado por el Director General del IICA, Manuel Otero, a la reunión del Consejo Directivo de FONTAGRO, mecanismo creado en 1998 para impulsar la innovación de la agricultura familiar, la competitividad y la seguridad alimentaria.
Compuesto por 15 países (Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela), FONTAGRO es patrocinado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el IICA.
La reunión de su Consejo Directivo convocó, entre otros participantes, a Celso Moretti, presidente de la Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (EMBRAPA); Julio Berdegué, Representante Regional para América Latina y el Caribe de la FAO, y Jesús Quintana, director para las Américas de la Alianza Bioversity International-CIAT.
“Nuestra preocupación principal es asegurar condiciones institucionales para que la región pueda aprovechar a pleno el potencial de transformación que ofrecen los nuevos escenarios de la ciencia y la tecnología”, dijo Otero, recordando el expreso mandato ministerial para que el IICA actúe como plataforma de innovación del agro continental.
En este sentido, remarcó la importancia de la innovación institucional y de atender la demanda de nuevos enfoques, tras los modelos exitosos que dominaron en la región durante las últimas décadas, en las que fueron capaces de impulsar transformaciones y de poner a las Américas en un lugar central para seguridad alimentaria global.
Las premisas ratificaron la condición del IICA de organismo puente para apoyar la transformación del sector agropecuario de las Américas, poniendo a los temas de ciencia y tecnología como claves en las agendas públicas y privadas.
“Un segundo aspecto es que hay áreas como la biotecnología y la agricultura digital que requieren estrategias diferenciadas y estamos actuando en ese sentido, de modo de establecer un mecanismo para facilitar el acceso de los países de menos recursos a estas tecnologías”, agregó Otero, citando como ejemplos la alianza del IICA con la organización PAD –fundada por el Nobel Michael Kremer- para llevar asistencia vía telefonía celular a productores familiares y la interacción con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Microsoft para una agenda pro-conectividad.
También mencionó a la bioeconomía como “un camino promisorio”, dado que ofrece la posibilidad de ampliar los alcances de la agricultura y la ruralidad.
Otero recordó que, de cara a los desafíos actuales que enfrenta la agricultura del hemisferio, acrecentados por los efectos de la pandemia de Covid-19, se requieren mayores alianzas y contribuciones institucionales, conformando así la plataforma que necesita el agro americano para su respaldo.
“Estamos en una época de cambios acelerados que demandan respuestas acordes. En ese sentido, nuestra principal preocupación es asegurar las condiciones institucionales para que América Latina y el Caribe aproveche a pleno el potencial de transformación que ofrecen los nuevos escenarios de la ciencia y le tecnología”, concluyó.
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