En la COP28, máximo foro ambiental del mundo, gobiernos y sector privado de las Américas mostraron su trabajo conjunto a favor de una agricultura baja en carbono y más productiva
Dubai, Emiratos Arabes Unidos, 12 de diciembre de 2023 (IICA) - La agricultura de las Américas, actor clave de la seguridad alimentaria global, avanza en la utilización de nuevas prácticas y la adopción de nuevas tecnologías que le permiten secuestrar carbono y perfilarse como una contribución crucial al combate contra el cambio climático, según quedó demostrado en el mayor foro de discusión y negociación ambiental del mundo.
El sector privado, gobiernos de las Américas y la ciencia se unieron en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28) que se realiza en Emiratos Árabes Unidos, en una presentación que captó la atención y se realizó en el pabellón instalado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), junto a sus 34 estados miembros y aliados estratégicos.
El espacio se denomina Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas y da voz al sector en la Conferencia que convocó a más de 70.000 personas de todo el mundo.
En el evento se dieron detalles de los avances de la Iniciativa Suelos Vivos en las Américas, que lleva adelante el IICA junto al científico Rattan Lal, considerado la máxima autoridad mundial en la materia y uno de los expositores de esta cita. El proyecto articula los esfuerzos de gobiernos, sector público y la academia en el continente, con el objetivo de preservar y restaurar el recurso natural que sostiene la vida en el planeta.
Junto a Lal, fueron oradores los ministros de Agricultura de Chile, Esteban Valenzuela, y de Honduras, Laura Suazo; la presidenta de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA), Silvia Massruhá y el director de Living Labs, iniciativa del gobierno de Canadá que promueve la innovación, Francois Chretién. También participaron Mauricio Rodrigues, CEO de Bayer Latinoamérica; Grazielle Parenti, Jefa de Negocios y Sustentabilidad de Syntenta en Latinoamérica e Ignacio Lorenzo, de la Gerencia de Acción Climática y Biodiversidad Positiva de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
“La humanidad puede reemplazar los combustibles fósiles, pero no la agricultura”, advirtió Rattan Lal, quien explicó con números y datos concretos cómo el sector agropecuario de América Latina y el Caribe se transformó dramáticamente desde la década de 1960 y convirtió a la región en la mayor exportadora neta de alimentos del mundo.
“Es una notable historia de éxito”, dijo el científico, quien precisó que hoy más del 68% de la tierra está afectada por la erosión y que la acción clave para promover la recuperación es convertir al carbono en un nuevo commodity, que pueda generar ingresos para los productores, de la misma manera que la carne y los granos.
“Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) solo será posible si damos alta prioridad a la salud de los suelos y a la agricultura. El programa Suelos Vivos en las Américas trabaja, a través del liderazgo del IICA, para que la agricultura sea un sumidero de carbono, reducir emisiones y aumentar la productividad”, agregó.
Laura Suazo dijo que los países pequeños y de renta baja, como Honduras, tienen una gran cantidad de productores de subsistencia. “Ellos son ecológicos por necesidad, porque muchos no tienen dinero para comprar fertilizantes químicos. Muchas veces creemos que el suelo no tiene vida, que es un objeto. Nos equivocamos y sufrimos las consecuencias”, sostuvo.
También el ministro Valenzuela, de Chile, hizo foco en el papel de la agricultura sostenible en la recuperación de los ecosistemas naturales de su país. “La minería –dijo- ha sido la principal industria de Chile y ha generado un gran daño ambiental. En otras épocas, la agricultura escaló a los cerros, destruyendo el bosque nativo, pero hoy la producción ha cambiado. Se ha enviado la ley marco del suelo y hay consenso para ir a una ley de agroforestería sustentable. La agricultura de Chile ya está haciendo un aporte al combate al cambio climático”.
EMBRAPA, junto al sector privado
La historia de cómo Brasil se convirtió en una potencia agroalimentaria global, a través de la ciencia, la innovación y el esfuerzo de sus productores, fue contada por la presidenta de EMBRAPA, Silvia Massruhá.
EMBRAPA, institución pública de excelencia con la cual el Estado brasileño promueve una agricultura moderna y sostenible, trabaja en amplios acuerdos tanto con Bayer como con Syngenta, dos de las compañías que más trabajan en el continente a favor de una agricultura que reduzca sus emisiones de gases de efecto invernadero y alcance la carbono neutralidad, a través del secuestro de carbono en el suelo.
“El productor brasileño está muy interesado en incorporar nuevas tecnologías, aun los que no están del todo familiarizados con ella. Todos quieren producir más con menos insumos y menos recursos naturales, por lo cual Brasil tiene un gran potencial para ofrecer commodities de baja huella de carbono”, afirmó Grazielle Parenti, de Syngenta en América Latina.
“Mucha gente habla sobre el papel de agricultura en las emisiones de gases de efecto invernadero, pero hay que recordar que la agricultura es una de las principales víctimas del cambio climático y uno de los pocos sectores que pueden traer soluciones”, agregó.
Mauricio Rodrigues, de Bayer, contó los avances del Proyecto Procarbono, en colaboración con EMBRAPA, que ha creado una plataforma digital que calcula el impacto ambiental de la producción de caña de azúcar, maíz y soja.
“La gente tiene que guiarse por la información científica y no escuchar historias falsas sobre la agricultura. Por eso es fundamental trabajar en la comunicación”, concluyó Rodrigues.
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