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En pabellón del IICA en COP28, la bioeconomía circular de las Américas presentó al mundo su modelo de producción en armonía con la naturaleza

Ernie Shea, presidente de Soluciones de la Tierra y moderador del evento; Ana Carolina Zimerman, agricultora de Brasil que prioriza prácticas conservacionistas; Ray Gaesser, productor agropecuario estadounidense del estado de Iowa; Grazielle Parenti, jefa de América Latina de Syngenta; y el profesor John Reid (en la pantalla), de la Sociedad Americana de Ingenieros Agrónomos y Biológicos.
Ernie Shea, presidente de Soluciones de la Tierra y moderador del evento; Ana Carolina Zimerman, agricultora de Brasil que prioriza prácticas conservacionistas; Ray Gaesser, productor agropecuario estadounidense del estado de Iowa; Grazielle Parenti, jefa de América Latina de Syngenta; y el profesor John Reid (en la pantalla), de la Sociedad Americana de Ingenieros Agrónomos y Biológicos.

Dubái, Emiratos Árabes Unidos, 5 de diciembre de 2023 (IICA) - La bioeconomía circular de las Américas mostró en el mayor foro ambiental del mundo su importancia como herramienta para producir alimentos, fibras y energías limpias en armonía con la naturaleza y, al mismo tiempo, sostener la seguridad alimentaria y nutricional del planeta, favoreciendo también la generación de mayores ingresos para los habitantes rurales.

Productores agropecuarios, expertos académicos y representantes del sector privado se unieron en una presentación que despertó gran interés durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 28), que se realizó en el pabellón que tiene el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en la Expo City de Dubái.

El evento sirvió para brindar una caja de resonancia a productores del continente focalizados en buenas prácticas que generan grandes beneficios no solo para ellos sino también para los consumidores.

La optimización de los sistemas productivos mediante la reutilización de los residuos, el reciclaje, el buen manejo del agua, el empleo de prácticas regenerativas con bioinsumos y la fabricación de biomateriales son algunas de las características de la bioeconomía circular, que realiza un aporte tanto a la mitigación como a la adaptación al cambio climático.

Resulta clave, en consecuencia, como contribución para que el mundo pueda conseguir el objetivo fijado en el Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados con respecto a la época preindustrial.

Ana Carolina Zimerman, agricultora de Brasil que prioriza prácticas conservacionistas, y Ray Gaesser, productor agropecuario estadounidense, del estado de Iowa, fueron dos de los expositores.

También participaron Grazielle Parenti, jefa de América Latina en la compañía Syngenta y el profesor John Reid, de la Sociedad Americana de Ingenieros Agrónomos y Biológicos (ASABE). El moderador fue Ernie Shea, presidente de Soluciones de la Tierra (Solutions from the Land), organización que impulsa el desarrollo agrícola sostenible como solución para el cambio climático y otros desafíos globales.

El pabellón del IICA en la COP 28 se denomina Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas y es escenario por segunda vez consecutiva –también estuvo presente en la COP27 de Egipto- de las discusiones del más alto nivel sobre el rol de la agricultura regional en los esfuerzos de mitigación y adaptación.

Generar mayores ingresos

Ana Carolina Zimerman contó que solo lleva unos años como productora agropecuaria y que su visión cambió cuando se preguntó cómo los ganaderos pueden generar ingresos no solamente por la producción de carne sino también por otros bienes y servicios que pueden aportar.

“Muchos en las ciudades tienen una mala imagen de los productores, pero nosotros somos los que producimos con la naturaleza y los primeros interesados en cuidarla. Hay que cerrar la brecha entre el campo y las ciudades, donde deben entender que en las zonas rurales no estamos generando problemas, sino creando soluciones”, dijo Zimerman, quien se mostró orgullosa, en ese sentido, de que Brasil pasó en las últimas décadas de ser un importador de productos agropecuarios a ser un exportador gracias al uso de la ciencia, la tecnología y la investigación y la aplicación de técnicas de restauración de los ambientes.

La agricultora brasileña también advirtió que la bioeconomía circular, más allá de sus beneficios ambientales, también aporta grandes ventajas productivas y por eso repercute positivamente en los tres pilares de la sostenibilidad, que son el económico, el social y el ambiental.

“No importa en qué país o región uno se fije: Siempre los agricultores están tratando de innovar, cuidar el ambiente y generar ingresos para mantener a sus familias”, se entusiasmó Ray Gaesser, agricultor que produce en Corning, Iowa desde 1977 y que tiene una participación en su comunidad. Habiendo pasando por cargos en distintas asociaciones de productores, Gaesser es un impulsor de las prácticas regenerativas y de la generación y uso de energías renovables para la producción agropecuaria.

Grazielle Parenti, de Syngenta, quien está basada en São Pablo, consideró que el gran secreto de la producción agropecuaria, como el de cualquier otro negocio, es producir más con menos y que para ello la herramienta ideal es la bioeconomía circular. “Brasil, por ejemplo, tiene una legislación que hace responsable a los productores por la basura que generan. Entonces, todas las compañías se preguntan qué oportunidades existen de reutilizar los desperdicios. Y esto es muy positivo para el campo, ya que todo residuo puede convertido en algo con valor”, explicó la ejecutiva.

Parenti hizo un repaso del gran movimiento de innovación que existe hoy en las zonas rurales de las Américas. “Muchos están pensando están pensando en cómo producir la energía localmente. Puede ser con paneles solares o con biodigestores que procesan los residuos de la producción animal. También en producir biofertilizantes con deshechos. La bioeconomía está generando grandes oportunidades tanto para pequeños productores como para grandes compañías, que están invirtiendo. Están pasando muchísimas cosas en el campo”, enfatizó Parenti.

Johnn Reid también abrió un panorama optimista con las posibilidades que brinda la bioeconomía circular y alentó al sector productivo y a la academia a cuantificar los resultados y difundirlos para que sean conocidos por el público. “Hace falta –sostuvo- promover más innovación e impulsar la generación de mayor valor agregado en los productos biológicos. Para ello tenemos que trabajar sobre la cultura de la mayoría, educar a los consumidores y construir alianzas que nos permitan ampliar nuestra llegada.  Todos los residuos tienen valor pero no podemos pedirle a la sociedad que lo comprenda de un solo golpe. Así como los productores rurales son parte de la solución al cambio climático, los consumidores también lo son y por eso tenemos que involucrarlos”.

Margaret Zeigler, Representante del IICA en Estados Unidos, fue presentadora del evento.

Más información:
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comunicacion.institucional@iica.int