Impulso a diálogo entre jóvenes rurales de África y las Américas mira sustentabilidad de la agricultura
San José, 29 de marzo de 2021 (IICA). El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Red Global de Jóvenes por una Agricultura Climáticamente Inteligente (CSAYN por sus siglas en inglés) contribuirán al intercambio de conocimientos entre las Américas y África para favorecer el bienestar rural, la productividad agrícola, la seguridad alimentaria y el uso racional de los recursos naturales, a través de un acuerdo que también promoverá el diálogo entre jóvenes americanos y africanos que habiten en la ruralidad.
Esas acciones serán pautadas a través de un acuerdo de cooperación técnica firmado por el organismo internacional especializado en desarrollo agropecuario y rural y CSAYN, que tiene sede en Camerún y es una organización de voluntarios basados en África, Asia, Estados Unidos y Europa que trabaja para crear conciencia entre jóvenes y grupos vulnerables sobre la importancia de una agricultura que sea parte de la solución en el combate al cambio climático.
Así, el IICA y CSAYN compartirán esfuerzos para garantizar el desarrollo de una agricultura sostenible con oportunidades, de modo de incrementar también el bienestar de jóvenes y poblaciones vulnerables a la variabilidad climática.
“Estamos unidos por la ruralidad. Hay dos continentes que deben estar interconectados y la mejor manera es a través de la agricultura. En el IICA creemos que esta alianza es estratégica para promover el desarrollo sostenible en las áreas rurales”, manifestó el Director General Manuel Otero, quien ofreció facilitar rápidamente un dialogo entre jóvenes líderes de ambos continentes para compartir experiencias, tecnologías innovadoras y buenas prácticas agrícolas.
El fundador y director de CSAYN, Ntiokam Divine, manifestó también el interés de realizar una pre-cumbre de sistemas alimentarios en la que jóvenes contribuyan a potenciar la voz de quienes se dedican a la producción en la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU, que se realizará a fines de septiembre.
“África es un continente lleno de futuro”, dijo Divine, quien destacó que cerca del 65% de la superficie del continente corresponde a tierras cultivables, por lo que resulta clave transformar los sistemas agroalimentarios.
“Esta es una gran oportunidad –afirmó-, porque debemos realizar una agricultura sustentable que no sólo nos permita incrementar la productividad sino también reducir la migración rural”.
Bioeconomía; desarrollo territorial y agricultura familiar; comercio internacional e integración regional; cambio climático, recursos naturales y manejo de riesgos de la producción y género y juventud son algunas de las áreas de cooperación establecidas.
Las herramientas previstas son, entre otras, el apoyo para la creación de estrategias de desarrollo, la movilización de recursos financieros externos, la provisión de ayuda técnica y operativa para la implementación de programas, la promoción del intercambio de conocimientos y experiencias y la realización –a través de la plataforma digital de IICA- de seminarios y cursos de capacitación.
Debido a la cercana relación de sus respectivos países y regiones con África, el acuerdo IICA-CSAYN tuvo como testigos de honor al Embajador de Brasil en Costa Rica, Antonio Francisco da Costa Silva e Neto, y la Encargada de Negocios de la Embajada de Trinidad y Tobago en el país centroamericano, Anesa Ali-Rodríguez.
“El Atlántico no debe ser visto como un océano sino como un río sobre el cuál es necesario tender puentes y por esta razón es tan importante este acuerdo entre el IICA y CSAYN. El IICA y mi país tienen una fue relación histórica y estamos listos para cooperar en este sentido”, dijo el diplomático brasileño.
“La participación de los jóvenes en el sector agrícola aún enfrenta múltiples desafíos como la capacitación, revalorar el trabajo de la agricultura y, principalmente, el acceso al capital; en este último punto tenemos experiencias positivas que podrían ser beneficiosas para los africanos”, agregó.
En tanto, la embajadora trinitaria resaltó el alto potencial e importancia del acuerdo debido a las amplias similitudes que comparten latinoamericanos, caribeños y africanos. “Los lazos históricos y culturales compartidos se manifiestan en nuestras dietas similares: alimentación, cultura, agricultura pequeña y familiar, sistemas de producción rural e historias agrícolas”, expresó.
Además, destacó la importancia del acuerdo de cara a la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU. “Mientras nos aproximamos hacia una realidad post pandémica, tenemos que ser cuidadosos en no perder las ganancias previas en materia de inclusión de jóvenes y grupos vulnerables”, indicó.
“África es una parte de nosotros”, sostuvo Otero, quien calificó el acuerdo como “altamente estratégico” e inmediatamente propuso el diálogo entre jóvenes líderes de la ruralidad de África y las Américas. El IICA ha generado en los últimos meses distintos espacios de diálogo entre jóvenes de la ruralidad en su ámbito de actuación tradicional, las Américas.
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