Presidente del Consejo de Granos de EE. UU. y Director General del IICA destacan importancia de bioeconomía y biocombustibles para desarrollo agrícola y económico en las Américas
San José, 30 de agosto de 2024 (IICA) - La bioeconomía es un motor clave para el desarrollo sostenible y para potenciar el avance en la generación y uso de los biocombustibles en las Américas, máxime por el rol actual que estos juegan como catalizadores del desarrollo agrícola y económico en la región.
Así lo manifestaron el CEO y presidente del Consejo de Granos de los Estados Unidos (U.S. Grains Council), Ryan LeGrand, y el Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, en un diálogo que sostuvieron en el marco del seminario regional “Cultivando energía”, organizado por ambas organizaciones en San José, Costa Rica.
“Vemos a la bioeconomía y sobre todo al bioetanol como catalizador en los sectores agrícolas en las Américas; crea empleos, mercados. Hoy mucha de la producción en la región de etanol es para alcohol potable, no va mucho a las gasolinas, hay un mercado bueno, pero tienen la oportunidad de crear una nueva industria, y haciendo eso se empieza a fomentar la inversión y la innovación. Es de los beneficios principales que vemos de incorporar el bioetanol en los países de Centroamérica y el Caribe”, afirmó LeGrand durante la conversación.
Otero resaltó a su vez el impacto transformador que está teniendo la actual revolución agrícola, y enfatizó que por sus enormes potenciales la agricultura ha dejado de ser solo una actividad dedicada a la producción de alimentos.
“Además de producir alimentos, la agricultura está cultivando energía, generando nuevos mercados como el de carbono. Los productores tienen que ser guardianes de la biodiversidad, custodios de los territorios rurales y todo esto genera una nueva frontera de oportunidades para el agro que, si lo aprovechamos bien y tomamos los buenos ejemplos que están ocurriendo con el tema de la transición energética, nos parece que puede cambiar la cara y las situaciones de inseguridad alimentaria, de pobreza y de hambre que se dan en nuestro continente”, aseguró el titular del IICA.
Tanto LeGrand como Otero reconocieron que para que el aprovechamiento de los recursos de la bioeconomía avance a pasos firmes, es imperativo educar y sensibilizar a la población y a los gobiernos sobre los beneficios ambientales y económicos que trae una agricultura cada vez más sostenible y detonadora de industrias emergentes con gran potencial como la de los biocombustibles, en la que el agro tiene un papel crucial como proveedor de materias primas.
“Tenemos una oportunidad aquí, crear programas para educar a la gente sobre los beneficios para el medio ambiente, el costo que es menor, el etanol quema más limpio el combustible comparado a la gasolina convencional. Así que ahí hay una oportunidad de empezar a educar a la gente y a los gobiernos, tiene que haber buena política para favorecer el uso de combustibles limpios. Es un trabajo difícil, en Estados Unidos tenemos 10 % de etanol en todas las gasolinas en todo el país, pero casi nadie sabe esto, llegan solo a llenar el tanque de su carro y se van”, acotó el CEO y presidente del U.S. Grains Council.
“Seminarios como este (Cultivando energía) son una gran oportunidad para compartir buenas experiencias; estas nuevas tendencias deben estar en las mallas curriculares de las universidades, en la comunicación, los comunicadores deben entender que este es un tema fundamental y todo esto permear en los gobiernos para que marcos normativos, regulaciones, en definitiva, una nueva generación de políticas públicas acelere este proceso de transformación que es tan importante”, añadió Otero.
En el diálogo, ahondaron en las intenciones que perseguirán el IICA y el Consejo de Granos de los EE. UU. tras la firma de un memorando de entendimiento, que tiene como fin evaluar el papel y los beneficios de los biocombustibles, en particular el etanol, en la promoción del crecimiento económico, la diversificación de la matriz energética y la descarbonización del transporte en la transición energética global hacia combustibles compatibles con los compromisos internacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y limitación del calentamiento global.
Asimismo, la alianza buscará apoyar a los responsables de la formulación de políticas gubernamentales y a los reguladores de la región, con la capacitación, la información técnica y los recursos necesarios para alcanzar los objetivos de política pública relacionados con la política energética, los combustibles y el transporte; y cooperar y coordinar en la planificación y ejecución de actividades para apalancar capacidades y generar sinergias en el análisis e implementación de políticas de combustibles y biocombustibles en las Américas.
“La relación es de mutuo beneficio, aprovechamos el expertise que tiene el IICA en áreas de granos y de la bioeconomía, de los contactos que tienen que nos ayudan a acercar industrias y gobiernos en toda la región”, comentó LeGrand.
“Las alianzas estratégicas son exitosas cuando hay complementación, como en este caso. El U.S. Grains Council expresa el gran dinamismo del sector privado de los Estados Unidos, el IICA ofrece la cercanía a los gobiernos, sobre todo de Latinoamérica y del Caribe. Estamos en la misma página, convencidos que la transformación de la agricultura necesita hacer aportes a la transición energética, es necesario acelerar el paso en este nuevo modelo de desarrollo sostenible”, concluyó Otero.
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