Reducción de emisiones agrícolas es fundamental para alcanzar la carbono neutralidad
San José, Costa Rica, 21 de julio de 2011 (IICA). Cerca del 37% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de Costa Rica provienen del sector agropecuario, por lo que el país debe apoyar procesos de mejora continua entre sus productores para alcanzar la meta de carbono neutralidad que se planteó para el 2021.
“El Estado da señales, pero el sector privado es el que puede demostrar que sí se pueden reducir las emisiones de carbono”, afirmó la Viceministra de Agricultura y Ganadería costarricense, Tania López, en un foro técnico realizado en la sede central del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en San José.
La actividad, que fue seguida en diversos países del continente vía Internet, dio a conocer la experiencia pionera de Costa Rica en procura de la carbono neutralidad.
En 2007, esta nación lanzó la meta de convertirse en carbono neutral en la próxima década, lo que implica que sus emisiones de GEI sean iguales a las reducciones y compensaciones que logre. López utilizó esta fórmula: Carbono neutralidad: Emisiones – Reducciones – Compensaciones = 0.
La reducción es responsabilidad de la fuente, es decir, los productores agrícolas; en tanto que la compensación se hace, por ejemplo, mediante aportes económicos a la conservación de bosques.
De acuerdo con Gustavo Cárdenas, Gerente del Programa de Coordinación Transversal de Agricultura, Manejo de Recursos Naturales y Cambio Climático del IICA, las acciones que los países y las empresas tomen para reducir y compensar sus emanaciones de GEI surgen de manera voluntaria, ante la falta de un acuerdo global vinculante.
Hortensia Solís, líder de proyectos sostenibles de Coopedota –que agrupa a 800 productores de café— sostuvo que la compensación debería ser el último paso para alcanzar la carbono neutralidad, pues se puede acudir a esta opción cuando ya es imposible reducir las emisiones.
“El impacto significativo ante el cambio climático es la reducción de emisiones en al menos 50 ó 60%”, expresó.
En este sentido, Cárdenas añadió que se requiere utilizar los recursos naturales en el marco de su capacidad regenerativa y reducir la contaminación ambiental, entre otras mejoras. “No se vale compensar por compensar, la carbono neutralidad no es solo sembrar árboles”, manifestó.
Para Leonardo Guerra, investigador del Grupo de Ganadería y Manejo de Medio Ambiente del CATIE, la expulsión de GEI a la atmósfera refleja procesos productivos que presionan al alza la huella de carbono de las industrias.
“Para reducir las emisiones se requiere un aprendizaje adaptativo, el cual aumenta nuestra capacidad creativa. Es la única forma de abordar la carbono neutralidad”, señaló el especialista del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza, organismo con sede Costa Rica.
Sociedad carbono neutral
La Viceministra López informó que Costa Rica prepara un sistema de gestión que se aplicaría en las empresas, para validar avances en la disminución de su huella de carbono.
En el sector público, la meta del 2021 está condicionada a inversiones en energías renovables y modernización del transporte urbano, recalcó la funcionaria.
Edmundo Castro, coordinador de la Unidad de Carbono Neutro de la Universidad EARTH, manifestó que para alcanzar el objetivo en los próximos 10 años hay que superar el lento desarrollo institucional en materia de carbono neutralidad, la poca comprensión de este concepto y la ausencia de incentivos que impulsen proyectos sostenibles, entre otros desafíos.
“Más que tener un país carbono neutral, deberíamos tener una cultura carbono neutral”, afirmó.
En los últimos tres años, según Castro, la EARTH ha capacitado a unas mil personas y 35 organizaciones para que sus procesos de reducción de emisiones y disminución de huella de carbono puedan certificarse en normas como la ISO 14064.
En el foro técnico del IICA se expusieron los procesos de recorte de emisiones de GEI y medición de la huella de carbono de dos firmas costarricenses: Florida Bebidas y Coopedota.
Gerardo Miranda, Gerente Ambiental de la primera empresa, indicó que para el 2017 pretenden ser carbono neutrales en una parte de su cadena de valor, en el segmento que va desde que se recibe materia prima para elaborar cervezas y refrescos, hasta que se colocan en venta.
“No queremos salir a comprar carbono sin antes haber reducido todas las emisiones que podamos”, dijo Miranda, quien añadió que sus actividades más emisoras de GEI son la fermentación y maduración de bebidas, el transporte y el consumo de energía eléctrica.
Hortensia Solís, de Coopedota, informó que esta cooperativa cuantificó la liberación de GEI en todo el ciclo de vida de su café, desde las fincas de los productores hasta los residuos tras el consumo, y en el análisis descubrió que podía aplicar mejoras en el uso de biomasa, la etapa de secado y la utilización de agua.
Coopedota, que exporta 90% de su café a países como Estados Unidos, Alemania y Japón, anunció en marzo de 2011 que la entidad internacional Carbon Clear certificó que su producción es carbono neutral, y lanzó al mercado el primer café con este reconocimiento en el mundo.
“La vulnerabilidad ante el cambio climático es alta, por eso los productores necesitan adaptar sus fincas para hacerlas más resistentes. No es mercadeo, sino un aspecto de supervivencia”, consideró Solís.
Más información:
rafael.trejos@iica.int
gustavo.cardenas@iica.int
Video y presentación Viceministra de Agricultura y Ganadería, Tania López
Video y presentación Leonardo Guerra, CATIE
Edmundo Castro, EARTH
Gerardo Miranda, Florida Bebidas
Hortensia Solís, COOPEDOTA