Entrevista a Luis Zuñiga: Aplicando metodologías actualizadas de Escuelas de Campo (ECA´s) en Nicaragua
Luis Zuñiga, tiene un compromiso social con los productores y técnicos-facilitadores para continuar fortaleciendo sus capacidades.
Managua, 22 de noviembre, 2018. Luis Zuñiga Cernades, es un experto peruano que estuvo en Nicaragua, desarrollando un proceso de capacitación. Ha estado facilitando diversos eventos para diversos cultivos en varios países en los últimos 12 años. Posee una maestría en suelo y un doctorado en agricultura sustentable. Tiene un compromiso social con los productores y técnicos-facilitadores para continuar fortaleciendo sus capacidades a través de la metodología de escuelas de campo. Nos habla en esta entrevista, realizada en San Marcos, Carazo, sobre esta valiosa herramienta.
¿Cómo definiría el nuevo concepto y rol de las Escuelas de Campo?
Las escuelas de campo, conocidas popularmente como ECA´s es un modelo alternativo de desarrollo de capacidades que integra a agricultores y facilitadores – extensionistas y a profesionales de instituciones públicas y privadas, que retoman los saberes locales para iniciar un nuevo proceso de construcción de aprendizaje. Donde el agricultor aprende haciendo a través del proceso de: ver, escuchar, leer, discutir y practicar todo lo aprendido a través del intercambio de conocimiento y de la experiencia, lo que les generan nuevas inquietudes, curiosidades, los hace pensar, generando nuevas necesidades, innovaciones y saberes. En el periodo de aprendizaje los agricultores adquieren conocimientos, habilidades y destrezas en temas de: organización, educación financiera, gestión empresarial, comercio y en actividades afines a la actividad agrícola o pecuaria o bien en sistemas agroforestales.
¿Cuál es la visión renovada de las ECA´s en la actualidad?
Las escuelas de campo, han generado una evolución en el tiempo. La metodología mantiene el esqueleto, la estructura debe ser participativa, vivencial y se realiza en la finca del productor, éste es el fundamento. Eso no va a cambiar en principio. Lo que ha cambiado es la técnica, esta ha ido variando. Por ejemplo, en algunos cultivos han duplicado o triplicado en densidades, lo que significa más número de plantas en la misma superficie, esto representa mayores ingresos por la misma superficie. Se ha visto también, que los sistemas de agricultura orgánica han podido promover una agricultura limpia que mantiene salud en el campo puesto que se tiene aguas más limpias, suelos menos contaminados y, por tanto, mejor salud para todos.
¿Cuál es el impacto que tienen las escuelas de campo?
Son 3 tipos de impactos: impacto económico, impacto social e impacto ambiental. El impacto económico por la transformación de las capacidades técnicas, en mayor producción y mayor productividad. El impacto social en términos que los cultivos técnicamente manejados promueven una serie de utilización de insumos que pueden ser complementarios para una mejor producción además son parte de generación de empleo, de trabajo. Y el impacto ambiental porque cuando estamos manejando estas áreas, hay sensibilización de los promotores de saber que hay en el medio ambiente que es lo que tenemos que cuidar, que factores son esenciales para la producción: agua, suelo y condiciones de salubridad, salud, el descarte de componentes químicos hasta los niveles aceptados en una agricultura orgánica, promueven una agricultura sostenible, ambientalmente controlada.
¿Qué experiencias de Perú y de otros países son aplicables a la realidad de Nicaragua?
Una realidad más cercana a Nicaragua fue la experiencia vivida en El Salvador. El Salvador es un país con serias restricciones de áreas de superficie agrícolas, de manejo de agua, sin embargo, el plan de agricultura familiar fue una bandera de salida que pudo conectar a 10 cadenas agroproductivas, realmente se rompieron esquemas para poder hacer más eficientes los sistemas productivos, se hizo en ganadería, granos básicos y frutales. En frutales, se lograron significativas transformaciones. Además de introducir las escuelas de campo como herramienta instrumental, se introdujo tecnología. La tecnología basada en la investigación e incentivos en lo que significa semillas mejoradas, semillas certificadas también en material genético promisorio.
¿Los productores adquieren algún compromiso con las Escuelas de Campo?
Si. En realidad, el compromiso del agricultor es que primeramente genera una alianza social. Los agricultores que trabajan en una escuela de campo son colegas, compañeros, vecinos son personas que viven y comparten sus experiencias, sus vicisitudes y alegrías de la vida y como tal cuando ellos están en la escuela de campo, se comprometen en hacer cambios estructurales en su producción, son solidarios, en el esquema de tener lo suficiente para que todos tengan una oportunidad. Si se generan cambios y compromisos, esto va a depender de cuan estable éste la sociedad en cada lugar.
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