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Cadenas agroalimentarias en Panamá: un esfuerzo para aumentar la competitividad

La cadena agroalimentaria de papa-cebolla quedó integrada este año en Panamá. En total, se crearon nueve cadenas para 11 productos agrícolas.

Ciudad de Panamá, 14 de noviembre, 2011 (IICA). Con la conformación mediante decreto ejecutivo de nueve cadenas agroalimentarias este año, y otras proyectadas para el 2012, Panamá pretende lograr mayor equidad en la distribución del ingreso entre los productores, reducir el costo de los alimentos y asegurar su acceso para toda la población.

Con el apoyo técnico del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), este año se han establecido planes de acción para las cadenas productivas del arroz, la leche, los porotos (frijoles), el maíz, el plátano, la carne bovina, papa-cebolla, yuca-ñame y las hortalizas; mientras que el próximo año se integraría la carne porcina.

A estos sectores, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario panameño (MIDA) los considera esenciales por su aporte a la economía nacional, la generación de empleo y por la cantidad de pequeños y medianos productores involucrados en ellos.

El Representante del IICA en Panamá, Gabriel Rodríguez Marqués, explicó que para cada cadena se crea un comité que establece metas anuales, con el fin de dar seguimiento a los planes de acción. Por ejemplo, se pretende aumentar el consumo interno, consolidar las exportaciones o modernizar el entorno institucional de los productos específicos.

Los encadenamientos están respaldados por un decreto ejecutivo, de octubre anterior, que permite el funcionamiento de una secretaría técnica para cada sector y el giro de recursos para cumplir el plan de acción establecido.

Los integrantes de las cadenas, como productores, empresas y asociaciones, trazan el plan de acción de manera conjunta, con el objetivo de superar los factores que limitan la competitividad de su actividad específica, de acuerdo con Danilo Herrera, especialista en agronegocios y comercialización del IICA.

“Sin eficiencia es imposible sobrevivir en un entorno tan competitivo, por eso se incorporan acciones para mejorar la productividad; pero al mismo tiempo se necesita mayor equidad en la distribución de ingresos y utilidades para que la cadena sobreviva en el largo plazo”, explicó Herrera.

Al contar con recursos mejor distribuidos, añadió el especialista, los productores pueden hacer innovaciones y utilizar materias primas de alta calidad.

El apoyo del IICA, concentrado en el primer año de operación de la cadena agroalimentaria, se dirige al fortalecimiento de las capacidades técnicas del comité y la secretaría de cada sector.

Instancias similares se han establecido en Honduras, Guatemala, Colombia, Ecuador y Perú.

Más información: 
danilo.herrera@iica.int
gabriel.rodriguez@iica.int