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Un arbusto y un hongo, la sinergia virtuosa contra el cadmio que podrá beneficiar a más de 3000 familias productoras de cacao en Latinoamérica y Caribe

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Oficina Permanente para Europa

 

Junio 2024.- El proyecto denominado “Bioproceso reductor de la solubilidad del cadmio rizosférico”, ha resultado exitoso al comprobar que la planta Baccharis salicifolia junto al hongo Rhizophagus intraradices es capaz de disminuir el ingreso y traslocación del cadmio (Cd) en las plantas de cacao. Los resultados – que se esperan para fines de 2025 –, beneficiarán directamente a más de 3000 familias agricultoras de Ecuador y Venezuela cuyo principal sustento y modo de vida gira alrededor de este producto.

El alto contenido de cadmio (Cd) en la cadena productiva del cacao ha tenido consecuencias perjudiciales para las exportaciones de países latinoamericanos a Europa, especialmente para Ecuador, Brasil y Perú que son los principales exportadores. Esto, luego de las limitaciones contenidas en el Reglamento Nº 488/2014 de la Unión Europea que establece una concentración máxima de cadmio en diversos alimentos, entre ellos, todos los productos derivados del cacao.

Este proyecto es ejecutado por la Universidad Técnica de Manabí - UTM (Ecuador), con apoyo de la Universidad Tecnológica Nacional – UTN (Argentina), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas - CSIC (España), y el Instituto de Biodiversidad y Biología Experimental y Aplicada – IBBEA (Argentina). Iniciativa cofinanciada por FONTAGRO.

 

¿QUÉ ES EL CADMIO?

El cadmio es un metal que se encuentra de manera natural en suelos de Latinoamérica y Caribe desde hace 4.500 millones de años. Cuando hay una erupción volcánica, viaja con las cenizas llegando al suelo, agua, animales y plantas. En grandes cantidades es dañino para el ser humano, causando desde irritaciones hasta la muerte. Si se ingiere durante mucho tiempo chocolate con cadmio, éste se acumula en los riñones trayendo problemas renales importantes.

 

UN ARBUSTO Y UN HONGO, LA SINERGIA VIRTUOSA CAPAZ DE “ASPIRAR” CADMIO

bacharis
Baccharis salicifolia, popularmente conocida como azumiate, jara amarilla, o chilca.

 

Las investigadoras de este proyecto han avanzado de manera exitosa en demostrar la efectividad y el potencial de la mezcla “aspiradora de cadmio”; una biosolución tecnológica consistente en la simbiosis micorrícica entre la Baccharis salicifolia y el Rhizophagus irregularis.

La Baccharis salicifolia, popularmente conocida como azumiate, jara amarilla, o chilca, es un arbusto que puede llegar a medir 2 metros de alto y que se encuentra especialmente en el desierto del sudoeste de Estados Unidos y noroeste de México, zonas subcontinentales de América incluyendo Argentina y Chile. Por su parte, el Rhizophagus intraradices es un hongo micorrícico arbuscular utilizado comúnmente como inoculante del suelo en agricultura y horticultura. Juntas, pueden entregar una solución a los países latinoamericanos y caribeños exportadores de cacao.

 

La Baccharis absorbe cadmio naturalmente, sin embargo, lo que las investigadoras han testeado y demostrado es que al micorrizarse, su capacidad de bioacumulación aumenta al doble. Es decir, su capacidad de “aspirar cadmio”, crece.

Y no solo esto, la presencia de estos hongos también puede responder inteligentemente a las consecuencias del cambio climático, ya que, al aumentar el crecimiento de las plantas, incrementa la materia orgánica del suelo, la eficiencia hídrica y la captación de carbono atmosférico.

 

PRÓXIMAS ETAPAS DEL PROYECTO

El tiempo del proyecto (42 meses – 3 años y 5 meses) ha permitido medir y confirmar el éxito de la actuación de esta “mezcla aspiradora” en la traslocación, en especies de cacao, desde la raíz hacia las hojas, quedando pendiente evaluar la traslocación hacia la flor – fruto.

Para efectos de comprobar la hipótesis, esta última medición (traslocación raíz – fruto), se ha probado en plantas de girasol, que gracias al conocimiento que se tiene de ella, se cree que se comportará igual que el cacao.

En las próximas etapas se espera incorporar todos estos descubrimientos aislados y testearlos en territorio, es decir, plantar de manera intercalada una Baccharis salicifolia ya microrrizada (con el hongo aspirador incorporado) junto a una planta joven de cacao micorrizado (con el hongo excluyente) en un territorio productor; por ejemplo, Ecuador, donde el cacao es único medio de sustento y generador de empleo para miles de familias.

Este esquema está planteado para la renovación de plantas de cacao envejecidas, ya que para las plantas de cacao que aún están en producción activa, se propone el intercalado de la “mezcla aspiradora” para disminuir la presencia de cadmio en el suelo.

 

MÁS DE 3000 FINCAS FAMILIARES BENEFICIARIAS

Todo el proceso de la iniciativa “Bioproceso reductor de la solubilidad del cadmio rizosférico”, sugiere un abordaje integral del problema, no centrándose solo en los resultados científicos, sino también en la colaboración directa con las comunidades locales y en una potente divulgación educativa. Así lo explica una de las investigadoras desde Argentina, Adalgisa Scotti:

“Se espera también que los pequeños productores encuentren una posible veta comercial, ya que podrían ir directamente a buscar esta mezcla de cepas, que estará disponibles en facultades en alianza de Argentina y España, y venderlos directamente a otros productores con quienes comparten la actividad cacaotera en las cooperativas.”

Para lograr este abordaje integral, los países participantes (Argentina, Ecuador y España), están trabajando en alianza con científicos, agricultores familiares, sector público y privado, estimando un total de 3.130 beneficiarios directos y 3.000 indirectos involucrados en la cadena de valor del cacao, que se desglosan en:

1) 2.880 personas provenientes de 720 fincas familiares de 2 ha promedio de Ecuador

2) 100 personas provenientes de 25 fincas familiares de entre 0,4 a 1 ha de Cacao en la Península de Paria, Venezuela (se considera que cada finca familiar está compuesta por 4 miembros),

3) 150 alumnos y tesistas de pregrado y posgrado, profesionales del campo y emprendedores capacitados en metodologías innovadoras.

Esto hace un total de beneficiarios directos de 3.130 personas.

 

FONTAGRO

El Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria (FONTAGRO), es un mecanismo único de cooperación para la innovación agropecuaria en América Latina y el Caribe (ALC) y España, que funciona a través de plataformas regionales. Está integrado por 15 países que han contribuido con un capital que supera los 100 millones de dólares. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que es su representante legal y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) actúa como patrocinador.

Más información del proyecto AQUÍ