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Ministros del Consejo Agropecuario del Sur (CAS) subrayan necesidad de fortalecer acción coordinada ante barreras al comercio internacional de alimentos por motivos ambientales que no estén basadas en ciencia

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El CAS, cuya secretaria técnica está a cargo del IICA, cumple desde hace más de 20 años un rol estratégico como foro de consulta y coordinación de acciones regionales integrado por los ministros de Agricultura de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.

 

París, 28 de mayo de 2024 (IICA) – La necesidad de hacer visibles los avances de la actividad agropecuaria de la región a favor de una mayor sostenibilidad y de fortalecer la acción coordinada frente a las barreras al comercio internacional con motivaciones ambientales fueron los principales temas de un encuentro de trabajo de los ministros y altas autoridades del área de Agricultura que integran el Consejo Agropecuario del Sur (CAS).

Los participantes en la XVII reunión extraordinaria del CAS destacaron que el Reglamento 1115/2023 de la Unión Europea (UE) contra la deforestación, cuya entrada en vigencia está prevista para enero próximo, no está basada en ciencia y existe una gran incertidumbre en cuanto a la mecánica de su aplicación que podría ser perjudicial. También enfatizaron que los países del Sur han desarrollado esquemas de producción sostenibles.

Debido a que esta semana se desarrolla la Asamblea General de la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OMSA) en París, la reunión del CAS tuvo lugar en la capital francesa. La OMSA, que este año celebra su centenario, es la institución que coordina la acción global ante las enfermedades de los animales que suponen una amenaza para la seguridad alimentaria y el crecimiento económico, por lo que es de enorme importancia para los sistemas productivos del Cono Sur.

Participaron del encuentro del CAS Fernando Vilella, Secretario de Bioeconomía de Argentina y presidente pro tempore del CAS; Fernando Mattos, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay; Esteban Valenzuela, ministro de Agricultura de Chile; Carlos Goulart, Secretario de Defensa Agrícola de Brasil; José Carlos Martin, Presidente del Servicio Nacionalidad de Calidad y Salud Animal (SENACSA) de Paraguay; y Manuel Otero, Director General del IICA.

También estuvieron Gastón Funes, Agregado Agrícola de Argentina en la Unión Europea (UE); Carlos Cherniak, representante permanente de Argentina ante FAO; Daniela Acuña, subdirectora de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) de Chile; Santiago Derqui, jefe de Gabinete de la Secretaría de Bioeconomia de Argentina; Martín Rapetti, vicepresidente de la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM) y Gabriel Delgado, secretario técnico del CAS y representante del IICA en Brasil.

El CAS, cuya secretaria técnica está a cargo del IICA, cumple desde hace más de 20 años un rol estratégico como foro de consulta y coordinación de acciones regionales integrado por los ministros de Agricultura de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.

“Las restricciones al comercio internacional a aquellos vendedores de productos agrícolas que no puedan certificar la no deforestación no están basadas en ciencia. Pero uno puedo querer tener razón o querer vender y por eso ya hemos avanzado en la exportación a Europa de carne bovina y soja libre de deforestación certificada”, dijo Vilella.

Por su lado, el ministro Mattos indicó que “políticamente rechazamos esta normativa, que es un nuevo paso de restricción comercial basado en un aspecto ambiental. De todas maneras, la exigencia existe y tenemos que estar preparados, aunque eso no quita que hagamos todas las acciones posibles para postergar la entrada en vigencia del Reglamento 1115”.

“No podemos aceptar que los europeos son las adalides de la defensa del ambiente, cuando es en nuestra región donde se protegen los recursos naturales”, agregó Mattos.

José Carlos Martín, responsable de la institución pública que controla la sanidad animal en Paraguay, cuestionó la rapidez con la que se quiere implementar la norma y la falta de claridad en cuanto a los requisitos para cumplirla y se refirió a la necesidad de que los países de la región encaren una estrategia colectiva de diálogo y negociación.

El ministro de Agricultura de Chile, Esteban Valenzuela, subrayó la importancia del trabajo del CAS como un foro clave para el intercambio de información y la acción coordinada y concertada ante desafíos comunes en temas como sanidad o resiliencia climática, y dijo que los denominadores comunes pueden escalar también a nivel continental. Además, recordó lo planteado en la 1era. Conferencia Ministerial de Sistemas Alimentarios Bajos en Emisiones, realizada el año pasado en Chile, en la que 24 países de los cinco continentes se comprometieron a trabajar para posicionar a la agricultura como un sector relevante para ofrecer soluciones innovadoras a la crisis climática.

Residuos y pesticidas

Los ministros también discutieron acerca de la política europea de límites máximos de residuos y reducción de pesticidas.  Subrayaron que, aunque se pretenda presentarlo como una cuestión ambiental, es un tema de inocuidad de los alimentos.

En este sentido, se acordó trabajar en conjunto y encarar una acción coordinada ante los diferentes ámbitos en los que se discute este tema.

Carlos Goulart, representante de Brasil, hizo foco en la importancia de que la región, de manera conjunta, rechace la pretendida imposición de modelos productivos únicos, que no reconocen las particularidades, las buenas prácticas y las tradiciones productivas de cada zona. 

En la reunión también hubo una exposición en cuanto a los primeros avances del trabajo coordinado de los países del CAS, en conjunto con el sector privado, para fortalecer la investigación de las emisiones y el secuestro de gases de efecto invernadero (GEI) que realiza el agro en la región. Se trata de la materialización de una decisión tomada en la sesión anterior del CAS, que tuvo lugar en marzo en Argentina. El objetivo es hacer visible la contribución del sector a la mitigación del cambio climático.

En la sesión del CAS en París también se dieron a conocer los proyectos de cooperación regional que se están llevando adelante para combatir al gusano barrenador del ganado –también conocido  como mosca de la bichera- y la mosca la fruta, plagas que  trascienden las fronteras nacionales y ponen en riesgo los ingresos de los productores agropecuarios, como así también la seguridad alimentaria.

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